La película Intensamente, dirigida por Pete Docter y lanzada por Pixar Animation Studios en 2015, ha encantado a millones de personas gracias a su análisis profundo, conmovedor y sincero sobre la complejidad de las emociones humanas. El filme relata las vivencias de Riley, una niña de 11 años cuya mente está ilustrada por personajes que encarnan emociones fundamentales: Alegría, Tristeza, Ira, Miedo y Desagrado. Más allá de su impacto visual y narrativo, Intensamente proporciona valiosas lecciones que van más allá de la pantalla y tienen relevancia en la vida diaria, el crecimiento infantil, la psicología y la enseñanza emocional.
La importancia de reconocer y aceptar todas las emociones
Uno de los temas principales de Intensamente es la importancia de aceptar todas las emociones, no solo aquellas vistas como positivas. Cuando Riley y su familia se trasladan a una ciudad diferente, ella debe afrontar desafíos como cambiar de escuela, perder amistades y adaptarse a un nuevo entorno. Alegría, al inicio, trata de controlar la influencia de Tristeza para resguardar la felicidad de Riley. No obstante, a medida que la historia avanza, se hace claro que un bienestar emocional saludable necesita del equilibrio y la aceptación de tanto los sentimientos placenteros como los difíciles.
El largometraje reta la concepción cultural de que la tristeza no tiene propósito o es nociva. En una escena clave, por ejemplo, Tristeza facilita que Riley se vuelva a vincular con sus padres y manifieste su fragilidad, lo cual provoca el apoyo y crea recuerdos nuevos y significativos. Este cambio revela el papel adaptativo de la tristeza: expresa necesidades y promueve la empatía y la conexión con los demás. Diversos estudios en psicología del desarrollo respaldan esta perspectiva, destacando la importancia de no eludir ni suprimir las emociones negativas, sino incorporarlas en el proceso de crecimiento personal y aprendizaje emocional.
La importancia de la memoria y los recuerdos intrincados
Intensamente ofrece una perspectiva profunda sobre los recuerdos, demostrando que no son simplemente alegres o tristes, sino que pueden estar compuestos por diversas emociones. Las llamadas «Islas de la personalidad» en la mente de Riley experimentan cambios debido a la transformación de sus recuerdos fundamentales. Este fenómeno muestra que los momentos emocionalmente relevantes nos caracterizan y cambian mientras maduramos.
Por ejemplo, cuando Riley recuerda un juego de hockey, el recuerdo inicialmente es alegre, pero después adquiere matices de tristeza por la nostalgia de sus antiguos amigos. Esta superposición de emociones enseña que la identidad se construye a partir de experiencias multifacéticas. El reconocimiento de la complejidad emocional es especialmente relevante para adolescentes y adultos jóvenes que, durante la pubertad y la juventud, suelen experimentar cambios drásticos en la percepción de sí mismos y de sus vivencias pasadas.
La función de los progenitores y docentes en el desarrollo emocional
El relato también destaca la importancia de la responsabilidad de los adultos en fomentar la inteligencia emocional en los niños. Riley experimenta agobio al sentir que sus padres esperan que mantenga siempre una actitud positiva en situaciones difíciles. La película indica que es esencial crear espacios en los que los pequeños se sientan con libertad para mostrar cualquier emoción. La relevancia de este mensaje ha sido confirmada en estudios sobre ambientes familiares emocionalmente inteligentes: los niños que cuentan con apoyo para identificar, expresar y gestionar sus emociones tienden a desarrollar mayor fortaleza y habilidades para enfrentar desafíos.
Grupos docentes han implementado los conceptos de Intensamente en clases para educar sobre la variedad emocional. Actividades escolares han empleado los personajes de Alegría, Tristeza y los otros para motivar a los alumnos a reconocer sus emociones y practicar técnicas de control personal, como la respiración profunda o la expresión emocional a través del arte. Este método ha mostrado disminuir los conflictos escolares y fomentar una mejor interacción en los grupos.
La empatía como puente en relaciones interpersonales
Uno de los aspectos más relevantes de la película es la importancia de la empatía. Cuando Tristeza decide abrirse y expresar cómo se siente, los demás personajes la apoyan sin intentar modificar o minimizar su sufrimiento. Del mismo modo, Riley se anima a expresar sus emociones a sus padres, lo que mejora la relación familiar. El mensaje es evidente: acompañar a alguien con empatía implica escuchar, validar y aceptar las emociones de los demás sin buscar soluciones rápidas.
Un ejemplo tangible es la escena donde Bing Bong, el amigo imaginario de Riley, experimenta una pérdida importante. Alegría intenta animarlo sin éxito, pero Tristeza opta por escuchar y compartir la pena, logrando consolar realmente a Bing Bong. Este momento ilustra la eficacia de la empatía y la importancia de no evadir el dolor, sino enfrentarlo en compañía de otros.
Transformación personal a través de la adversidad
A lo largo de la película, Riley atraviesa un proceso de transformación interna impulsado por experiencias difíciles. La superación de la adversidad no radica únicamente en recuperarse rápidamente, sino en reconocer que el dolor, la tristeza o el miedo pueden dar lugar a nuevos aprendizajes y fortalezas. Riley termina desarrollando una comprensión más matizada de sí misma y de sus necesidades emocionales, lo que le permite crear recuerdos más ricos y complejos.
Las adversidades emocionales, si se gestionan adecuadamente, contribuyen al fortalecimiento del carácter y la creación de estrategias para afrontar futuros desafíos. Este principio ha sido corroborado por la psicología positiva, que resalta el papel del sufrimiento en la construcción de la resiliencia y la autocompasión.
Intensamente trasciende el mero entretenimiento para posicionarse como una obra llena de enseñanzas relevantes sobre el autoconocimiento, la empatía y la gestión emocional. Abrazar nuestras emociones, comprender su función y permitirnos sentir con autenticidad abre las puertas a relaciones más genuinas y a una vida interior más rica. La historia de Riley invita a mirar hacia nuestro mundo interno con curiosidad y respeto, recordándonos que cada emoción tiene un propósito y lugar en la experiencia humana.
